viernes, 6 de septiembre de 2013

AL SERVICIO DE LA FE. LA MISIÓN DE LA IGLESIA EN TIEMPOS DE CRISIS, Un libro de Felicísimo Martínez Diez (Recensión)



Por: Paz Maricely Navas Herrera

Martínez Díez  Felicísimo, Al servicio de la Fe. La misión de la Iglesia en tiempos de crisis.
San Pablo, Madrid 2012.
408 páginas.
ISBN: 9788428540650.


Felicísimo Martínez Díez es sacerdote dominico, licenciado en filosofía y letras por la Universidad Complutense de Madrid y doctor en teología por la Universidad de Santo Tomás de Roma.  Es profesor en el Instituto Superior de Pastoral de Madrid.

En su obra Al servicio de la fe, con subtítulo La misión de la Iglesia en tiempos de crisis, el autor presenta una colección de ensayos de teología práctica, relacionados con la misión eclesial en un mundo en crisis, con el que la Iglesia está llamada a dialogar y a servir.

Los ensayos están agrupados en tres partes perfectamente relacionadas, a saber: los que se refieren a las alarmas actuales que suenan más fuertemente en la Iglesia, a los desafíos pastorales más urgentes para construir  una Iglesia más participativa en la profesión de fe, en la celebración de la fe y en la práctica de la fe; los que se  refieren al ministerio de la verdad como compromiso fundamental de la misión eclesial, y, por último, los que  tratan del amplio campo de la evangelización, tarea prioritaria de la misión eclesial. 

El autor ofrece once ensayos a los que les nombra capítulos. En el primero: alarmas y oportunidades en la Iglesia actual, desarrolla elementos que considera alarmantes, y por tanto mira con urgencia el prestar verdadera atención al problema del debilitamiento de la fe, los problemas del lenguaje en la Iglesia, el tema del ecumenismo, el divorcio con el modernismo, y sobre todo la alarma de los pobres, con presencia siempre activa, que merece ser escuchada.

En el capítulo dos: Caminos hacia una Iglesia más participativa, se afirma la necesidad de una metodología de participación eclesial señalando las acciones y los compromisos más urgentes para construirla, yendo a lo más original de la comunidad como es la praxis de la iniciación cristiana hasta llegar a considerar las condiciones institucionales para una Iglesia más participativa, donde cada sujeto tenga su espacio de acción, y en el caso de los pobres, se les devuelva su condición  de sujetos preferentes.

En los capítulos tres, cuatro y cinco, sobre la experiencia cristiana y las acciones eclesiales, la necesidad de una pastoral renovadora, se enfatiza la necesidad de ir a lo esencial en la vida y la misión de la Iglesia, teniendo como objetivo principal el crecimiento de sus miembros y de las comunidades en la fe. 
Entre los desafíos, da importancia al problema del lenguaje religioso que sin ser un desafío sustancial, es un presupuesto para que la pastoral pueda cultivar  lo sustancial de la experiencia cristiana, y recuperar el verdadero significado del lenguaje religioso.
Tres capítulos relacionados con la importancia  de la verdad como ministerio, y como magisterio siempre actual, para enlazar con el capítulo siete y siguientes con el tema de la evangelización, tarea primordial de la Iglesia.  En estos últimos capítulos el planteamiento va en torno a las acciones pastorales a emprender y la identificación de los lugares teológicos necesarios a tomar en cuenta para una reflexión buscadora de la verdad. 
Los últimos tres capítulos, plantean las dificultades con las que el cristianismo se ha enfrentado, y reflexiona sobre las formas evangélicas de presencia y actuación para la Iglesia y la sociedad hoy.
Considero positivo el método de la recopilación de temáticas que hace el autor, fruto de una serie de ponencias previas.  La articulación de las ideas es bastante evidente, son todos temas relacionados con la misión de la Iglesia; las ideas son articuladas siguiendo un esquema muy práctico: planteamiento del problema, un análisis crítico y el aporte que la Iglesia está llamada a dar como respuesta a las demandas. Pero considero que carece de referencias bibliográficas suficientes y específicas, porque es bastante general.  Abunda en ideas repetidas, quizá porque se trate de ensayos separados, en cuestionamientos y respuestas.
Sin embargo es un libro que sintetiza muchas temáticas de interés eclesial y pastoral, y aunque algunas ideas son repetitivas, son necesarias, y a veces hasta pedagógicas.   Es un libro que puede interesar mucho en la reflexión pastoral y en la sistematización práctica de la pastoral, por los interesantes aportes sobre la evangelización hoy.
Es un libro que lleva a una autoevaluación de lo realizado como Iglesia.  Los planteamientos de las distintas problemáticas con las que se enfrenta la Iglesia hoy deben tener una respuesta, y para una Iglesia fundada en el Evangelio de Jesucristo, sólo se puede dar respuesta desde la  categoría de la fe, siempre actual e indispensable para que la comunidad  siga teniendo credibilidad, porque en definitiva la acción eclesial más eficaz es el testimonio de vida, por eso la respuesta a estos desafíos sólo es posible desde una experiencia cristiana de fe, emprendiendo caminos de participación,  acciones eclesiales que permitan la renovación de la vida y la misión de la Iglesia.

A modo de sugerencia, estos textos ubican al lector en la realidad eclesial, los desafíos y los métodos a emplear para ofrecer respuestas acertadas.

1. Sobre “las alarmas y oportunidades en la Iglesia” necesarias porque nos permiten despertar y hacer un ejercicio de autocrítica, de análisis en profundidad de la situación actual de la misma Iglesia, y así identificar los campos de acción prioritarios para una conversión de la Iglesia al Evangelio y para una plena realización de la misión eclesial (Pág. 14-38).

2. “Pensar el cristianismo y su aporte y significación en la sociedad y la cultura actual”; “la evangelización y la misión de la Iglesia”, …se recuerda la importancia de aceptar que la evangelización también consiste en descubrir el Evangelio ya hecho, ya practicado, ya presente y operativo en el mundo, incluso más allá de las fronteras confesionales de la Iglesia. (Cap. IX: ¿Qué es evangelizar hoy?  Pág. 246-287).

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