viernes, 25 de abril de 2014

HABLAR DE DIOS DESDE EL SUFRIMIENTO DEL INOCENTE. El libro de Gustavo Gutiérrez (Recensión)



Por: Douglas Gilberto Cerón Ponce

GUTIÉRREZ, Gustavo, Hablar de Dios desde el sufrimiento del inocente.
Sígueme, Salamanca 2006.
225 páginas.
ISBN: 84-301-1002-X.

El libro Hablar de Dios desde el sufrimiento del inocente tiene como objetivo, según el autor, ser una reflexión teológica sobre el sufrimiento humano, hecha a partir del libro de Job y de la realidad de sufrimiento y muerte de los países de América Latina.  La situación de inocencia de Job deja entrever la inocencia de un pueblo oprimido y creyente. El libro se estructura en tres momentos: la apuesta, el lenguaje profético y el lenguaje de contemplación.

En el primer momento se centra en la figura de Job,  quien afronta el sufrimiento, la pérdida, el abandono, la enfermedad (cfr. Job 1,9), a pesar de ello no reniega de Dios. Para el autor, esta primera parte abre la interrogante  «¿Cómo hablar de Dios desde la situación que Job soporta?». Como se verá a continuación, toda la primera parte es antesala para poner justificar un cierto modo de hablar de Dios a partir de un tipo de teología, ajena a la realidad de sufrimiento de las mayorías, como es el caso de América Latina. Hablamos en este caso de la teología de la retribución, que es representada por los amigos de Job a lo largo del libro. Teología que puede catalogarse como interesada, manipuladora, comercial, dicho con otras palabras donde el malvado es castigado, el justo es premiado por Dios (cfr. Job 4, 7-8); teología por cierto muy actual en nuestros pueblos de América latina.

El segundo momento es considerado por el autor como determinante para entender la situación que vive Job y que viven todos aquellos que sufren.  Nuevamente, sobresale la doctrina de los amigos de Job haciéndole ver que su situación es consecuencia de sus faltas, conclusión que Job no comparte ya que no se identifica con determinada forma de vivir. Dicha conciencia llevará a Job a cuestionar la desgracia que vive siendo él inocente. Un aspecto novedoso de este apartado es la constatación de Job, que evidencia que el sufrimiento que vive  no es solo individual sino colectivo, lo que le lleva a concluir, que dicho sufrimiento es consecuencia de los malvados como se lee en Job 24, 1-14; de aquí se puede con seguridad afirmar que la pobreza no siempre es fruto del destino  ni de causas inexplicables, afirmación que posibilita un modo de hablar de Dios ajeno al presentado por los amigos. Otro elemento importante respecto a Job es su práctica de la misericordia, que según Job 29, 12-17 forma parte de su vida. Este desenmascaramiento por parte de Job responde a la pretensión de la  acusación de ser injusto y no practicar la misericordia como lo hará ver Elifaz en su intervención (cfr. Job 22, 4-9). El apartado concluye con el testimonio de la vida de Job, evidenciando que ayudar a otros que sufren es el camino hacia Dios. A pesar de esto aun está latente la pregunta ¿Por qué el dolor injusto que padece Job?

En el tercer momento el autor expone de nuevo la situación de sufrimiento de Job, análoga a la del pueblo pobre y creyente, de aquí el reconocimiento de que todo viene de Dios, tanto bienes como males (cfr. Job 2,10; Cr 29,15), rasgo de la verdadera religión gratuita y desinteresada. Posteriormente se expone  la respuesta de Dios a la situación de Job y el combate entre ambos. Dios se manifiesta a Job con tres rostros concretos: Dios como árbitro (9,33), testigo (16,19) y liberador - Goel (19,25). En estas manifestaciones Job llega a la convicción de ver a su liberador como un amigo.

El autor cierra esta parte final con dos intervenciones de Dios, las cuales son una respuesta a la angustia y sufrimiento que padece Job: la primera referida al designio  de Dios (Cap. 38-39) y la segunda en relación a su justicia (Cap. 40,7-14). En la primera intervención Dios hace ver a Job el sentido de su creación, manifiesta su poder y revela su gratuidad y amor hacia la humanidad, muestra a Job la equivocación de sus amigos y su visión antropocéntrica de la creación: , todo fue hecho para la utilidad inmediata del ser humano. Aquí Job toma una actitud diversa, pues reconoce su pequeñez y se aparta del antropocentrismo concebido. La segunda intervención evoca la justicia de Dios Mishpat, además se subraya el papel del ser humano ysu libertad. El autor hace ver que Dios no es sólo poderoso, sino débil como lo muestra en su revelación al ser humano (1 Re 19, 11-13), algo incomprensible para Job pero que  le permite entender el respeto de Dios a su creación, hacia su libertad.

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